Miopía

Cuando tenemos preocupaciones de peso, y en estas épocas ciertamente tenemos razones para tenerlas, nuestro circulo de influencia y nuestra perspectiva sobre la vida, se achican. De hecho, se da muchas veces que mientras más preocupados estemos, estaremos más centrados en nosotros mismos, pero también llegamos a perder perspectiva y en el peor de los casos, terminaremos con miopía. Simplemente nos cerramos a las posibilidades. Finalmente, el resultado, contraintuitivo pero real, es que podemos terminar descuidando a nuestra gente y a nosotros mismos por no estar en nuestro centro.

Debemos recordar que un círculo tiene infinitos lados y que podemos expandirlo de infinitas maneras, aunque a veces no veamos ni una sola opción. Y hay que recordar también que la mente tiene un instinto de supervivencia anticuado que nos recuerda las cosas, aun en momentos cuando no las necesitamos. Debemos aprender a gestionarnos. Una mente que divaga es una mente infeliz que no propone opciones. La clave está en agrandar el circulo desde nuestro centro y fortaleza. Volver a nuestro ser para ver más allá.

¿De que parte de tu vida puedes volver a tomar el control? Puede ser algo sencillo pero que sea importante para ti. Quizá una rutina como hacer deporte, darte un momento, etc..

¿En dónde está tu atención? Recuerda que la energía fluye hacia donde pones tu atención. ¡Que valga la pena!

Finalmente es importante tomar en cuenta que son épocas difíciles. Si vamos a hablar con alguien (quiza nosotros mismos) sobre este difícil tema en el que podemos estar encerrados, hay que buscar hacerlo desde la parte más humana. Finalmente todos tenemos nuestra manera de ver el mundo.

Nota: parte de un árticulo originalmente publicado en Revista Líderes de El Comercio el 10 de Mayo de 2021