Siempre, SIEMPRE hay opciones

Siempre hay opciones, SIEMPRE.
 
A los 17 años mi familia y el país pasaban por una gran crisis económica. No había ni para lo más básico, por lo que sería mi último año en el colegio y siendo sinceros, en aquella época, las notas no me daban como para una beca.
 
No veía ninguna opción ni salida y sentía en carne propia esa visión de túnel que sienten los animales cuando se sienten amenazados y sin salida.
 
Finalmente, con 50usd en el bolso decidí irme a trabajar como mesero a otro país y un par de semanas después había encontrado trabajo. Me iba 8 kilómetros de ida y 8 kilómetros de regreso en bicicleta al trabajo, vestido con mi uniforme y una corbata ridícula de salsa tabasco, con el pequeño detalle de que al regreso, a veces regresaba en zigzag, puesto que teníamos la costumbre de servir las margaritas y amablemente no desperdiciar lo que ya no entraba en la copa.
 
Algunos meses después, había crecido muchísimo, lavando platos, sirviendo, ayudando. Había conocido gente increíble en el camino, había pasado por decenas de aventuras y además tenía algo de dinero para ayudar a pagar mis estudios. Ese verano había sido el principio de algo grande.
 
A los 18 años, ya no lo pensé mucho: me fui a trabajar como albañil. Me despidieron 2 veces ese verano: me había quedado chueco un techo, lo que terminó siendo el primer despido de mi vida. Pero después de esos 3 meses, había pasado otra vez por una metamorfosis: Había regresado con mucha ilusión, muchísimas aventuras y aprendizajes, y sobre todo con la certeza de que siempre podía crear mi propia versión del cambio.
 
Esta foto es un gran recuerdo y me hace muy feliz. Me hace regresar a lo más humano dentro de mí y me da fortaleza cuando la necesito.
 
En retrospectiva, dos de muchos aprendizajes y que quiza te puedan ayudar si estás pasando por una etapa difícil:
 
1-    Hacer algo medio alocado y diferente tiene grandes recompensas. ¿Porqué? Porque la situación nos estira, porque aprendemos a ver el mundo desde perspectivas completamente distintas, porque nos damos la oportunidad de transformarnos y pasar por una metamorfosis por la cual nunca hubieras pasado si no decides hacer algo diferente. Y finalmente te das cuenta de que el cambio es inevitable pero que siempre podemos influir para diseñar nuestra propia versión del cambio.
 
2-    Antes de ese viaje, pasar por una construcción o comer en un restaurante tenía otro significado. Era ciego. Después de ese viaje, aprendí muchísimo sobre la humildad. Abre los ojos a otras realidades, ábrelos de verdad y de ser posible vive esa realidad en carne propia. Nunca volverás a ser la misma persona.
 
Y recuérdalo: Siempre, SIEMPRE hay opciones.
 
Gabo

Close

50% Listo

¡Déjanos tus datos para enviarte videos, estrategias y mucho más!